
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) celebró el pasado sábado 13 de septiembre en el Real Casino de Madrid el acto constitucional de toma de posesión del nuevo Consejo General de Colegios Veterinarios de España en la que se llevó a cabo la investidura del presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, Juan Antonio de Luque como consejero del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, quien asume el cargo para los próximos seis años.
Se trata del tercer presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga en ser consejero; los presidentes que fueron previamente consejero son el presidente de Honor Enrique Moya Barrionuevo en el año 2005 y José López Sánchez quien de 1926 a 1930 fue presidente de la Unión Nacional de Veterinarios de España UNVE, figura que en la actualidad se denomina Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria de España (CGCPVE).
El vicepresidente, José Luis Peñate y el colegiado veterinario malagueño y presidente de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental (RACVAO), Antonio Villatoro asistieron a la toma de posesión en representación del Colegio de Veterinarios de Málaga.
“Asumo este reto con la ilusión y responsabilidad de trabajar para mejorar la profesión a nivel nacional junto a mis compañeros”, expresó De Luque.

Antonio Villatoro, Juan Antonio de Luque y José Luis Peñate
La nueva Junta está conformada por Gonzalo Moreno de Val a la cabeza como presidente; Miguel Molins Elizalde como vicepresidente; y José Ramón Caballero de la Calle, secretario general. El resto de consejeros son Luis Colmenar Astudillo, Yasmina Domínguez Cardona, José Miguel Gil Sanz, Elena Laguno Crespo, Antonio Rubio Blasco, Santiago Sánchez-Apellániz García y José Marín Sánchez Murillo.

Composición del nuevo Consejo General de Veterinarios de España
Por su lado, el nuevo presidente expuso que la labor veterinaria se fundamenta en la prevención, “un trabajo que a menudo resulta menos perceptible, pero que constituye la base para garantizar la salud pública” y de igual modo puso en valor la capacidad de la profesión veterinaria de garantizar una producción sostenible y de calidad, actuando como pilar fundamental en el desarrollo de la España vaciada. “Somos el primer eslabón en la defensa de las personas, velando tanto por la salud animal como por la humana”.
