
Ayer sábado 7 de junio tuvo lugar en el centro de Málaga la convocatoria de profesionales veterinarios en la Plaza de la Constitución a las 10:30 h y en la que en esta ocasión se hizo un llamamiento a la ciudadanía. Personas y familias con o sin animales en sus hogares, simplemente cualquier persona que ame a los animales y quiera defender el objetivo de que puedan acceder a unos cuidados sanitarios de calidad y sin esperas burocráticas.

La jornada amaneció soleada y poco a poco las personas se iban acercando al punto de encuentro donde la Organización del Colegio de Veterinarios de Málaga, les estaba esperando junto a otros miembros de la Asociación Malagueña de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía (AMVEAC) y la patronal Asociación de Empresarios de Malagueños Veterinarios (AEMAVE).








Una vez se llenó la plaza, los allí presentes comenzaron a organizar a los manifestantes en 3 sectores diferentes: sector 1 con ruido, pitos y megafonía coordinado por Luis Otiñano; sector 2 con globos, sin pitos ni megafonía coordinado por Noelia Díaz; y sector 3 los ciudadanos que iban con sus animales coordinado por Elena Fandiño. Los sectores quedaban claramente diferenciados por las 3 pancartas principales.

Aparte hubo 40 coordinadores perimetrales que iban con un chaleco amarillo y un colgante con identificación de Organización y el Grupo de Trabajo de Medicina del Comportamiento del Colegio, se posiciona en el sector 3 donde van los animales.





El Comité Responsable estaba formado por el presidente del ICOV de Málaga, Juan Antonio de Luque; el presidente de AMVEAC, Antonio Domínguez; y el presidente de AEMAVE, Jesús Gutiérrez. Como coordinadores de sectores: Luis Otiñano, Noelia Díaz y Elena Fandiño. La responsable de la música fue Isabel Marin; el responsable del escenario fue Pedro Mayoral; y la responsable de Bienestar Animal fue Rosana Álvarez. El Coordinador General fue Rubén Lagares y la veterinaria Carmen Llorens fue la encargada de asistir a los animales en el punto de asistencia habilitado para ellos en el Plaza de la Merced.






Es increíble cómo se han implicado las familias y han ido preparando sus pancartas, carteles, camisetas, globos de animales, e incluso han llevado muñecos con correa simulando que eran sus perros de compañía. Cada grupo de centros veterinarios con sus pijamas, cada asociación con su camiseta reivindicativa y todos con un mismo compromiso: hacerse escuchar. ¡Y vaya si nos escucharon!



En posición media, el grupo que no gritaba ni utilizaba silbatos en donde había algunos niños ya de edad avanzada con sus familiares, y finalmente cerrando la manifestación, las personas más sensibles a los ruidos, los niños más pequeños y las personas con animales. Porque no tiene sentido manifestarse por ellos, “los sin voz”, si a su vez se sienten estresados o asustados. De hecho, aunque eran bienvenidos y estábamos preparados para tenerlos de forma responsable, lo mejor en caso de que pudiese pasarlo mal, ya hubo recomendaciones en las redes sociales para que se quedaran en casa.




El recorrido fue planificado con mucha atención para coger calles a la sombra durante la hora en que iba a durar la manifestación, por lo que el riesgo por insolación estaba minimizado. Se hizo una primera parada en la “Tribuna de Los Pobres” donde se repartieron botellas de agua para las personas y los perros que nos acompañaban y, por supuesto, caramelos para los niños que con su presencia y apoyo daban muestra de su sensibilidad y amor por los animales. Las personas se colocaron en las tribunas y se pudo hacer un descanso, beber y hacerse unas fotos para el recuerdo de esta gran manifestación.




















Se prosiguió de camino hasta llegar a la Plaza de la Merced donde la propia plaza parecía darnos la bienvenida con todas sus jacarandas en tonos lilas y las acacias de Constantinopla en plena floración rojiza regalándonos su belleza y sombra. Junto al Monumento a Torrijos, obelisco erigido en honor de José María de Torrijos y Uriarte, estaba el escenario ya montado además de las carpas habilitadas para los animales y personas que pudieran necesitar estar más a cubierto del sol.









Mientras los asistentes iban llegando por sectores, la Organización ya estaba sobre el escenario colocando la pancarta principal y Pedro Mayoral cogió el micrófono como presentador que era del acto de los discursos y tras una breve introducción, le pasó el micrófono a nuestra compañera colegiada Sandra López quien explicó a los allí presentes la dura realidad de un profesional veterinario de clínica de pequeños animales en su día a día y cómo se ha ido complicando cada vez más desde la salida de la nueva ley, hasta crear situaciones que llegan a superar al más veterano.

A continuación tomó la palabra nuestro presidente Juan Antonio de Luque quien explicó que en esta ocasión la manifestación no iba para defender a los veterinarios, ni sus condiciones de trabajo o el RD 666/2023. Quiso hacer hincapié en que la manifestación era para dar voz a los animales, para asegurar que reciben el tratamiento y cuidados clínicos veterinarios adecuados. Que su salud es prioritaria a todo lo demás y que su bienestar depende directamente de su salud y de cómo se aborda cualquier problema o enfermedad.


A continuación, subió al escenario el presidente de AMVEAC, Antonio Domínguez que reivindicó su posición como veterinario desde hace muchos años y quiso destacar que su vocación sigue siendo la misma, curar animales. Por lo que seguirá luchando y manifestándose las veces que hagan falta.


El micrófono pasó a manos de Jesús Gutiérrez, presidente de la patronal AEMAVE quien dirigió su discurso también en favor de los animales, ya que es necesario que los trabajadores veterinarios estén en buenas condiciones físicas y emocionales para poder abordar a diario la labor tan difícil de poder cuidar de un paciente que no habla.
Los veterinarios siguen sin ser considerados sanitarios en nuestro país y no dependen del Ministerio de Sanidad como debería ser, sino del de Agricultura y más bien por tradición histórica ya que siempre se les ha considerado como “médicos de animales para comer”. Y la profesión veterinaria es muy amplia, por tanto según el gremio y el área a la que se dedique el profesional (cuidados de animales de explotación ganadera, o clínica de pequeños animales) esta inclusión es más o menos acertada.


Al escenario se subió también una figura veterinaria muy conocida en redes sociales por sus vídeos y sus consejos, por no callarse nada y contarlo todo, ya sea bueno, malo o una verdad incómoda. Pablo Olmedo, más conocido en el mundo de las redes como Pablo_vet83. Quien también tuvo su espacio para poder expresar su postura ante lo que está sucediendo y siguió animando a los allí presentes a luchar por conseguir las condiciones de salud y cuidados que los animales necesitan.


Y para terminar, subió al escenario la presidenta de la Protectora de Animales y Plantas de Málaga, Carmen Manzano, indicando que ella solo hace caso a su veterinario porque confía plenamente en lo que le prescriba, recomiende o sugiera. Ella sabe bien lo que es cuidar de muchos animales a la vez y precisamente por eso, la ralentización en la prescripción o los límites burocráticos que han traído la nueva ley suponen una seria amenaza para la fluidez en el cuidado de los animales que están en albergues y protectoras.

Porque si para un único animal ya se complica, para decenas y decenas de animales que además no tienen un tutor o familia que pueda dar otras alternativas, su salud tiene los días contados. No se puede ignorar el avance de la ciencia y seguir estancados en un pasado obsoleto. Si en medicina humana se está a la última, por qué en medicina de animales se pretende seguir con información desactualizada, sin rigor, a veces con productos que ya no son recomendados, o bien otros sí lo son.

El cierre de los discursos lo compartieron De Luque y Mayoral, y pidieron a los niños que se acercasen para poder soltar los globos azules inflados con aire (en lugar de helio para evitar que contaminen durante su ascenso y descenso) y que tenían en señal de alegría por seguir con una lucha que los veterinarios malagueños están empeñados en no perder.
Y fue así como se puso fin a la manifestación donde además se emitió música y los allí presentes se dieron unos bailes como marca la “identidad malagueña” de ponerle un aire de festividad incluso en los momentos más difíciles.


Esperamos y deseamos ser escuchados por quienes han de tomar las decisiones y que pronto sean llamados los responsables de cada provincia al diálogo con el Gobierno Central. Porque errores todos los comenten, pero hay que ser humildes para saber reconocerlos y corregirlos.
Texto y fotos: Nora Cámara Fernández
