
El Colegio de Veterinarios de Málaga ha secundado el acto reivindicativo con paro de actividad y petición pública de reformas por parte de la veterinaria malagueña del 11 de febrero a las 11:00 horas convocado por la Asociación Malagueña de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía (AMVEAC) y que ha contado también con el respaldo de la Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios (AEMAVE).
Bajo el lema «¡La veterinaria dice basta!», la profesión veterinaria malagueña de toda la provincia y sus más de 300 clínicas han bajado sus persianas durante al menos una hora en señal de protesta manifestando que “sin la veterinaria esta sociedad sería una sociedad peor, más insegura y más enferma”.
Encabezando el acto reivindicativo se reunieron Juan Antonio de Luque, presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga; Antonio Domínguez, presidente de AMVEAC; y Jesús A. Gutiérrez, presidente de AEMAVE; junto a otros veterinarios y trabajadores del sector que se sumaron a la protesta en una clínica veterinaria de la capital. Durante el parón, el veterinario y presidente de AMVEAC leyó el manifiesto ante los múltiples medios de comunicación que se hicieron eco de la noticia del acto reivindicativo declarando que la veterinaria es una actividad esencial en la sociedad, asegurando el acceso a alimentos sanos, tanto en los supermercados como en los establecimientos de restauración, controlando las enfermedades animales que pueden ser transmitidas a las personas y restableciendo la salud de aquellos animales que han llegado a ser parte de las familias.
Los veterinarios malagueños, al igual los del resto de España, miran con expectación el posicionamiento que saldrá de la Asamblea General de Presidentes de colegios de veterinarios del viernes 14 de febrero que tiene por orden de día el punto único de análisis, debate y toma de decisiones en relación con el R.D. 666/2023, de 18 de julio, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios.
El seguimiento del cierre fue del 100%. Más de 300 clínicas de la provincia han cerrado el martes 11 de febrero a las 11:00 horas en distintos puntos de la provincia contando con puntos principales de encuentro como fue en Benalmádena, Coín, Estepona, Fuengirola, Manilva, Marbella, Mijas, Ronda; Torre del Mar y Torremolinos.











De Luque señaló que esta unión del sector refleja, tanto a nivel provincial como a nivel nacional, que nadie está de acuerdo con las nuevas medidas.
Por su parte, Domínguez manifestó que “el cierre simbólico de las puertas es para mostrar que sin la veterinaria esta sociedad sería una sociedad peor, más insegura y más enferma”; y además, confirmó que los profesionales veterinarios “durante muchos años han asumido en silencio cargas inaceptables en pro del bien social”.



El manifiesto continúa con que la atención sanitaria veterinaria a los animales de compañía es un medio esencial de fomentar el bienestar físico, mental y social de las familias y si es cierto que avanzamos como sociedad reconociendo a los animales sintientes un estatus superior al de los bienes materiales, por qué sigue obstaculizándose a las familias el acceso a la sanidad veterinaria de los animales de compañía manteniendo artificialmente el IVA máximo que se puede aplicar a estos servicios sanitarios.



La vocación del veterinario es la de servir a la humanidad a través de la salud de los animales.
Entre las peticiones, se solicita la reforma de la normativa andaluza, con el fin de eliminar la actual limitación de suministro de los botiquines veterinarios, de modo que los animales de los andaluces puedan recibir en los Centros Sanitarios Veterinarios los tratamientos que necesiten sin demora.
La reforma de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, con el fin de que se permita que los clientes de los Centros Sanitarios Veterinarios y de clínica ambulante puedan recibir en el momento los medicamentos que precisen para completar los tratamientos de sus animales, de modo que se eviten demoras, se abaraten los tratamientos, se prevengan las automedicaciones y se luche más eficazmente contra las resistencias a los antibióticos.
El tipo superreducido del IVA que grava a los servicios veterinarios, con el fin de reconocer la esencialidad de la sanidad animal, de modo que el acceso a estos servicios sea económicamente más accesible y, por tanto, más universal.
Y por último, se solicita la derogación de la obligación de la comunicación de la prescripción y el uso de antibióticos en los animales de compañía y en los équidos no aptos para el consumo humano, ya que esta información se viene recogiendo por el proyecto ESUAVet (European Sales and Use of Antimicrobials for Veterinary Medicine) desde el año 2023, de modo que se eliminen cargas administrativas innecesarias que impliquen un encarecimiento de los servicios veterinarios.