El pasado viernes 15 de marzo tuvo lugar en el salón de actos del ICOV de Málaga uno de las celebraciones más entrañables que se han vivido en este Colegio. Los allí asistentes pudieron vivir en directo un momento histórico de la veterinaria malagueña ya que uno de sus protagonistas, Don Rafael Rivas Toledo, cumplía nada más y nada menos que 100 años de vida.
Acompañado por familiares, amigos y compañeros de profesión, dio comienzo el homenaje con las palabras del presidente de esta institución, Juan Antonio de Luque, quien estaba acompañado por la vicesecretaria, Noelia Díaz; el Decano de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, Manuel Hidalgo Prieto; la responsable del Área de Jubilados del Colegio, Tarcila Briceño; y el presidente de la Asociación Nacional de Veterinarios Jubilados, Pelayo Jiménez Sánchez.
La emoción por homenajearle, no se hizo esperar… y el primer reconocimiento fue a cargo del presidente del Colegio quien no podía disimular su ilusión y alegría por entregar la Medalla de Colegiado de Honor del ICOV de Málaga a su veterano compañero de profesión.
Además fue, el Decano Manuel Hidalgo, quien hizo entrega de un pergamino al homenajeado por su reconocimiento a toda una extensa carrera profesional. Carrera, en cuyos inicios no había demasiado inventado. Era el veterinario, pionero y valiente, junto a su conocimiento, quien tomaba difíciles decisiones con apenas medios ni herramientas en granjas perdidas en medio de la nada.
A continuación, el presidente de la Asociación Nacional de Veterinarios Jubilados, Pelayo Jiménez Sánchez, hizo entrega a nuestro protagonista de un diploma conmemorativo.
De manos de nuestra vicesecretaria, Don Rafael Rivas recibió una placa en homenaje a su trayectoria profesional, por parte del Consejo General de Colegios Veterinarios, quien quiso participar en tan marcado reconocimiento a un pionero de la veterinaria española.
Y por último, el presidente de la RACVAO, Antonio Villatoro, hizo entrega de una joya editorial de una de sus académicas de gran reconocimiento fotográfico, María del Carmen García, bajo el título “Cuidando la Piel de la Tierra”.
Fue su hijo, Salvador Rivas, quien nos regaló un discurso muy emotivo donde no pudo contener sus lágrimas, emocionado y consciente de lo afortunado que puede ser un hijo, al poder celebrar los 100 años de vida de su padre.
Una vez terminada la entrega de regalos, se procedió a la foto de los miembros de la Junta de Gobierno en compañía del homenajeado, y después con los miembros de su familia.
Don Rafael tuvo una celebración completa de cumpleaños con su merienda y su tarta, porque había que soplar las velas y pedir un deseo, como manda la tradición. Sin duda el momento más emocionante para sus más allegados, quienes tuvieron que echarle un “soplido” de ayuda, y dar así por inaugurado su año cien de vida.